El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este jueves que añadió a compañías chinas de biotecnología a su lista negra de empresas señaladas de violaciones a los derechos humanos, al acusarlas de vigilancia de alta tecnología a la minoría uigur.
“La investigación científica en biotecnología e innovación médica puede salvar vidas. Desafortunadamente, la República Popular de China ha optado por utilizar esas tecnologías para controlar a su pueblo y reprimir a los miembros de minorías étnicas y religiosas”, deploró la secretaria estadounidense de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
El Departamento de Comercio restringió entonces las exportaciones de caracter sensible a la Academia de Ciencias Médicas Militares y 11 de sus institutos de investigación por su trabajo biotecnológico, que incluye presuntas “armas de control cerebral”, aseguró el texto.
Grupos de derechos humanos han reportado una vigilancia sin precedentes a los uigures, de mayoría musulmana, en la región de Xinjiang, que incluye seguimientos de ADN y operaciones de inteligencia artificial para reconocer y monitorear rostros.
“No podemos permitir que tecnologías y software estadounidense que apoya la ciencia médica y la innovación biotecnológica sea desviado a usos contrarios a la seguridad nacional”, dijo Raimondo.
Activistas, testigos y el gobierno de Estados Unidos dicen que más de un millón de uigures y otros musulmanes permanecen cautivos en campos de concentración en un intento de desarraigarles de sus tradiciones islámicas y asimilarlos por la fuerza.
Pekín describe estos sitios como centros de entrenamiento vocacional y asegura que su objetivo es reducir el riesgo de que se esparza el radicalismo islámico, tras una serie de ataques mortales.
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