FMI insiste en que es necesario que República Dominicana flexibilice su manejo cambiario

El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en la necesidad de que República Dominicana flexibilice su política cambiaria, con el objetivo de amortiguar los shocks económicos.

Durante los últimos años el fondo ha destacado en sus informes sobre la economía dominicana que el Banco Central debe promover una flexibilidad cambiaria, de forma que el emisor reduzca sus intervenciones en el mercado de divisas y con ello no emita certificados que generan el crecimiento de la deuda cuasifiscal, o queme reservas internacionales que pueden fortalecer la acción del gobierno ante impactos profundos en la economía, como la situación que se vive actualmente con el COVID-19.

El llamado lo reiteró este miércoles, cuando el directorio del FMI autorizó un préstamo de emergencia por 650 millones de dólares para atender la coyuntura económica ante el nuevo coronavirus.

“A medida que las circunstancias evolucionen, las respuestas de política necesitarán ser recalibradas continuamente. Sería necesaria una mayor flexibilidad cambiaria como amortiguador y para preservar las reservas internacionales”, indicó el comunicado del multilateral.

El año pasado el Banco Central mostró como una señal de flexibilización la implementación de una plataforma electrónica de negociación de divisas, el cual formó parte de los esfuerzos por transparentar y darle mayor operatividad al mercado cambiario, en el marco de la política más flexible recomendada por el FMI. De hecho, la definición y puesta en marcha de la plataforma electrónica de divisas contó con la asesoría de una delegación del fondo.

No obstante, el emisor no ha dejado de intervenir en el mercado cambiario. Para los primeros días de marzo, ante la incertidumbre por la suspensión de las elecciones y situaciones puntuales de demanda de divisas registradas en enero, el Banco Central ya había inyectado 700 millones de dólares al mercado de divisas. En ese momento, el COVID-19 impactaba fuerte a Asia y apenas se comenzaban a registrar casos en Europa, donde luego se llegaron a niveles alarmantes en países como Italia y España.

En ese momento, el emisor advertía a través de un comunicado que participaría en el mercado cambiario “cada que vez que sea necesario” para “evitar saltos bruscos en la volatilidad del tipo de cambio.

Poco más de un mes después, el monto de dólares de las reservas internacionales inyectados en el mercado cambiario se duplicaba. Para el 16 de abril el Banco Central había dirigido unos 1,450 millones de dólares para calmar la demanda de divisas.

“Si el Banco Central no interviene la tasa de cambio puede llegar a 60 dólares” dijo Antonio Ciriaco, vicedecano de la Facultad de Economía de la UASD.

Pero duda que eso ocurra. “Las autoridades suelen ser adversas a dejar deslizar el tipo de cambio porque la población asocia el aumento del dólar con crisis y eso genera malas expectativas”, sentenció.

Por eso, recordó Ciriaco, el emisor suele mantener el tipo de cambio dentro de una franja definida en el Marco Macroeconómico del año. Para este año las autoridades habían delimitado un tope de 55.49 pesos por dólar, pero eso fue antes de la crisis del coronavirus. Igualmente el economista de la UASD estima que el BCRD intervendrá en el mercado cambiario para mantener el dólar entre los 56 y 57 pesos.

Agregó que hay espacio suficiente para sostener ese nivel de tipo de cambio a través del financiamiento que le extiende el propio FMI de 650 millones de dólares, así como por otras vías como la Reserva Federal de Estados Unidos.



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