El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este miércoles con un rebote de un 24.7 %, hasta los 15.39 dólares el barril, motivado por un incremento menor de lo esperado de los inventarios de crudo estadounidenses y por la esperanza de un aumento en la demanda por las progresivas reaperturas económicas anunciadas por algunas ciudades del país.
A las 9:15 hora local de Nueva York, los contratos futuros del WTI para entrega en junio sumaban 3.05 dólares con respecto a la sesión previa del martes.
Los precios del oro negro experimentaban un cambio de tendencia tras varias jornadas a la baja, en sesiones especialmente volátiles, que han incrementado la incertidumbre y la preocupación de los inversores por la estabilidad de los mercados energéticos, duramente golpeados por la caída en la demanda experimentada desde que se desató la pandemia del COVID-19.
Los analistas achacan esta subida a la publicación de los últimos datos ofrecidos por el Instituto del Petróleo Estadounidense, que mostró que los inventarios de petróleo habían aumentado en 10 millones de barriles en la semana del 24 de abril hasta un total de 510 millones de barriles, una cifra menor a lo que esperaba el mercado, que estimaba el crecimiento en unos 10.6 millones de barriles.
Además, los inversores esperan que la apertura progresiva de la economía produzca un repunte en la demanda que ayude a compensar el exceso de oferta que existe en el mercado y que alivie los sistemas de almacenamiento, que en las últimas semanas se ha acercado al límite de su capacidad a nivel mundial.
En los últimos días, varios estados del país como Carolina del Sur, Texas o Tennessee han comenzado a reabrir pequeños negocios y a relajar las medidas de contención del virus, y grandes motores económicos como Nueva York, el gran epicentro de la pandemia, que aún tiene mucho camino por recorrer, empiezan a avanzar planes para su desescalada.
En este sentido, el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, avanzó que durante la primera quincena de mayo volverían a la actividad ciertos sectores esenciales como el manufacturero o la construcción.
Asimismo, el barril texano ha recibido positivamente las declaraciones del secretario del Tesoro del gobierno federal, Steve Mnuchin, quien aseguró ayer que su departamento inyectaría liquidez al mercado petrolero después de que algunas firmas se hayan visto obligadas a cesar su actividad y a despedir a trabajadores.
Además, la próxima semana los reguladores en Texas decidirán si se produce algún recorte adicional en la producción estatal, aunque muchos productores no son muy favorables a una medida de este tipo.
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