La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) sumarán esfuerzos para promover la gestión integral de riesgos agrosanitarios en los países de Centroamérica.
A través de un nuevo acuerdo, firmado de forma virtual, ambos organismos establecen un marco de cooperación para desarrollar acciones conjuntas de alcance regional en temas de sanidad agropecuaria, que favorezcan una producción agropecuaria sana y en armonía con el ambiente, y para proporcionar orientaciones sobre la reducción de riesgos agrosanitarios y de inocuidad de los alimentos.
“La COVID-19 ha puesto de manifiesto que la colaboración y el intercambio de información entre países en un mundo globalizado es de vital importancia para la prevención, contención y manejo de enfermedades. En el sector agropecuario también es fundamental, para proteger la producción y los medios de vida de los productores, la seguridad alimentaria y nutricional, y la salud humana”, destacó Adoniram Sanches, Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica.
“Este Memorándum nos permitirá estrechar aún más los esfuerzos conjuntos y potenciar las actividades que hemos desarrollado para reforzar los servicios de sanidad agropecuaria, su capacidad de respuesta y coordinación ante plagas y enfermedades, y mejorar la inocuidad de los alimentos”, agregó Sanches.
Por su parte, Efraín Medina, director ejecutivo de OIRSA, destacó que en el marco de la crisis mundial por el coronavirus “es vital garantizar la seguridad alimentaria, y por eso es que uniendo esfuerzos con FAO y otras organizaciones, podemos contribuir a que los países tenga una producción de alimentos que sea abundante y que se garanticen puestos de trabajo en la cadena agroalimentaria. Esto garantizando el intercambio de la producción agropecuaria para suplir las necesidades de la gente”.
Asimismo, Medina indicó que con estas acciones se busca apoyar a los Ministerios y Secretarías de Agricultura y Ganadería de la región, en el marco de su labor por mejorar las condiciones de vida de las personas que viven de la agricultura. “Sin olvidar el esfuerzo de Una Salud, que establece que las enfermedades de los animales (zoonosis) tienen un gran impacto en la salud humana, y en el acuerdo que se firma se incluye la salud animal, sanidad vegetal, inocuidad de alimentos y servicios cuarentenarios”.
Mecanismos y estrategias de impacto regional
Con la firma de este Memorándum, ambas instituciones se comprometen a desarrollar un trabajo conjunto para apoyar el desarrollo y la implementación de mecanismos y estrategias de coordinación regional capaces de reducir el impacto y mitigar los efectos de enfermedades y plagas mediante la cooperación conjunta, y contribuir así a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En concreto, colaborarán en la detección, prevención, control y erradicación de plagas y enfermedades transfronterizas; en la promoción de marcos políticos y metodológicos; en el fortalecimiento y armonización de las legislaciones sanitarias y fitosanitarias; y en la capacitación a México y los países e instituciones del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en estas materias.
Para la implementación del acuerdo, se ha acordado un plan bianual que incluye un proyecto para la vigilancia, prevención, y manejo de la marchitez por Fusarium, causada por la raza 4 Tropical del hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense (Foc R4T) ¨. El proyecto, que ya estaba en marcha, fortalecerá las capacidades de los países para prevenir, vigilar y responder a esta amenaza; desarrollará simulacros y capacitaciones técnicas, así como la preparación de un Plan de Acción Regional para la prevención, vigilancia y eventual respuesta frente a esta plaga.
Como parte de esta colaboración, también se organizó la Jornada Fitosanitaria en época de pandemia de COVID-19, que ofreció orientaciones y recomendaciones virtuales a técnicos, productores y trabajadores del sector agropecuario para el manejo fitosanitario y para afrontar los riesgos de esta pandemia en su actividad laboral.
Además, FAO y OIRSA trabajan en la elaboración planes de acción subregionales para la prevención y el control de enfermedades y plagas como la roya del café, el gorgojo del pino, el virus de la tilapia del lago y la respuesta a una eventual emergencia por peste porcina africana, enfermedad que aún no está presente en la región. Del mismo modo, reforzarán la cooperación en programas y proyectos relacionados con la inocuidad de los alimentos y con la contención de la resistencia a los antimicrobianos en el sector agroalimentario.
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