La economía española se desplomó un 5,2 % en el primer trimestre del año respecto al anterior a consecuencia del COVID-19, una caída sin precedentes desde que comenzó la serie estadística en 1970, ya que el punto álgido de la crisis financiera se marcó en el primer trimestre de 2009 con un contracción del 2,6 %.
De acuerdo con los datos adelantados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo de los hogares (el agregado de demanda con mayor peso en el PIB) cayó un 7,5 % trimestral, el mayor desplome de la serie histórica.
La inversión bajó un 5,8 %, el mayor descenso en casi once años, desde el segundo trimestre de 2009, si bien la inversión empresarial cayó solo un 3,5 %, mientras que la destinada a vivienda y edificación lo hizo un 9,6 %.
Por el contrario, el gastó público se aceleró más de un punto en el trimestre, hasta crecer un 1,8 %, lo que supone el mayor aumento en doce años, desde el primer trimestre de 2008.
La demanda externa se hundió, con una caída del 8,4 % para las exportaciones y un descenso también del 8,4 % para las importaciones, en línea con el hundimiento del consumo y la inversión nacional.
El impacto del COVID-19 sobre el empleo es mayor en las horas trabajadas, que descendieron un 5 % respecto al trimestre anterior, que en los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que cayeron un 1,9 %.
Desde el punto de vista de la oferta, las ramas de actividad con mayores caídas trimestrales de valor añadido bruto fueron las actividades artísticas, recreativas y otros servicios (11,2 %), comercio, transporte y hostelería (10,9 %), construcción (8,1 %), actividades profesionales, científicas y técnicas (8 %), información y comunicaciones (5,5 %), industria manufacturera (3,2 %), y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (1,4 %).
Si se compara el primer trimestre con el mismo periodo de 2019 la caída del PIB fue del 4,1 %, con una contribución negativa de la demanda nacional (consumo e inversión) de 4,3 puntos y con una aportación positiva de la demanda externa de 0,2 puntos.
Asimismo, el índice de precios de consumo (IPC) español se situó en abril en el -0,7 % en tasa interanual, niveles no vistos desde el verano de 2016, por el descenso de los carburantes, mientras que repuntaron con fuerza los precios de los alimentos en medio de la pandemia de la COVID-19. EFE
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