Las niñas y adolescentes casadas o en uniones como mínimo duplican la cantidad de horas de tiempo dedicado al trabajo no remunerado –incluyendo el trabajo doméstico y el tiempo dedicado a los cuidados– que sus pares varones casados o en convivencia, y llegan hasta a octuplicar en la República Dominicana la carga horaria.
Así lo estima un reciente estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) titulado “Los matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados: prácticas nocivas profundizadoras de la desigualdad de género en América Latina y el Caribe”.
El documento indica que las niñas y adolescentes en matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados en República Dominicana dedican 36.6 horas al trabajo doméstico, mientras sus pares varones solo suman 4.4 horas.
El estudio estima que los hombres casados o convivientes presentan una baja en las horas dedicadas a las tareas domésticas en comparación con sus pares solteros tanto en la República Dominicana como en Ecuador. En consecuencia, los hombres de estos países se desligan de parte de las tareas domésticas y de cuidado al casarse o convivir.
“Este dato no es menor, pues no solo se está reproduciendo la división sexual del trabajo sino también modelos de pareja y familias ligados a masculinidades hegemónicas”, observa la autora del análisis, Sol Pradelli, consultora de la División de Asuntos de Género de la Cepal.
“Como señala un número creciente de estudios –agrega–, la corresponsabilidad en los cuidados impacta positivamente en el bienestar, salud y empoderamiento de las mujeres y las niñas, tanto como en el bienestar económico de la familia. Además, la corresponsabilidad en los cuidados favorece la crianza respetuosa y disminuye el riesgo de situaciones de violencia contra las mujeres, las niñas y los niños”.
Porcentaje de las niñas del quintil más pobre que hasta 2019 se casaba o unía antes de los 18 años en República Dominicana.
Porcentaje de ese quintil que lo hacía antes de los 15 años.
Actualmente, el matrimonio infantil se encuentra prohibido en nueve países de América Latina y dos del Caribe. La República Dominicana legisló y se prohibió en enero de 2021, mediante la Ley 1-21, tras décadas de campañas que exigían su impedimento.
Antes de su prohibición, Unicef estimó que, en República Dominicana, el 58.6 % de las niñas del quintil más pobre se casaba o unía antes de los 18 años y el 23 % lo hacía antes de cumplir los 15 años. El matrimonio o las uniones puede ser una estrategia para escapar de la pobreza.
Legislación sobre matrimonio infantil en América Latina y el Caribe
PROHIBICIÓN DEL MATRIMONIO INFANTIL |
PERMITIDO A PARTIR DE LOS 16 AÑOS CON AUTORIZACIÓN |
PERMITIDO ANTES DE LOS 16 AÑOS POR MOTIVOS CALIFICADOS |
Antigua y Barbuda | Bolivia | Anguila |
Costa Rica | Barbados | Argentina |
Ecuador | Brasil | Colombia |
El Salvador | Chile | Cuba |
Guatemala | Dominica | Guyana |
Honduras | Islas Caimán | Saint Kitts y Nevis |
México | Islas Turcas y Caicos | |
Panamá | Jamaica | |
Puerto Rico | Nicaragua | |
República Dominicana | Paraguay | |
Trinidad y Tobago | Perú | |
Venezuela | ||
Uruguay | ||
Fuente: Cepal |
En la región –señala el informe de la Cepal- la tendencia apunta a que el matrimonio y la convivencia tempranos (entre 15 y 24 años) tienen consecuencias en la trayectoria educativa y la inserción laboral de las adolescentes y jóvenes en una etapa clave de transición hacia la vida adulta.
Observa que la mayoría (55.2 %) de las adolescentes y jóvenes que han iniciado su vida de casada o convivencia se dedica exclusivamente a las tareas de trabajo doméstico no remunerado y de cuidados.
“Las normas de género inequitativas están arraigadas desde la primera infancia, y el matrimonio, la maternidad y el cuidar a otros se perciben como un objetivo en la vida de las niñas y las adolescentes de la región”, indica el estudio.
En este se cita que un estudio realizado en 2019 por el Fondo de Población de la Naciones Unidas y Plan Internacional sobre los matrimonios y las uniones infantiles, tempranos y forzados en ocho países, encontró que la maternidad es muy valorada por las niñas en República Dominicana, más que el logro escolar.
“Las adolescentes dominicanas rara vez declaran la autonomía emocional o económica como una posible aspiración, ni identifican ser una buena mujer con la inteligencia o la independencia. Para ellas ser una buena madre significa que una niña debe olvidar sus propias necesidades y proyectos; el valor de una mujer es cuidar a sus hijos”, dice el estudio.
El Banco Mundial estimó en 2017 que en República Dominicana las niñas y adolescentes en matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados, ganan 17 % menos durante toda su vida.
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