Visitó recientemente la República Dominicana invitado por el Centro de Análisis de Políticas Públicas que dirige el actual ministro de Industria y Comercio Ito Bisonó. Es un momento interesante, considera Montoro, en el que “el país realmente está consiguiendo una estabilidad política y social en un panorama todavía muy confuso”. Montoro advierte sobre la inflación que se está sintiendo en todo el mundo, habla de la necesidad de pactos políticos para controlarla y, raro en un político, …de la necesidad de fortalecer el periodismo.
—Actualmente se impulsa la alianza regional entre Costa Rica, Panamá y República Dominicana. ¿Qué opinión le merece?
Yo entiendo que en nuestro mundo es básico. Tenemos que ir a esos procesos de integración. La defensa de esos intereses y consorcios que realmente encuentran principios políticos y de valores sociales comunes. España, por ejemplo, progresa en términos políticos, democráticos y económicos, en su vinculación y compromiso con la Unión Europea pues no debemos caminar solos.
—América Latina se está moviendo hacia una izquierda más radical.
Yo lo veo como una consecuencia de que hay una preocupación grande por la desigualdad y la pandemia ha acentuado esa sensibilidad. Hay que esperar que este ciclo político no sea incompatible con políticas de crecimiento económico. Lo que hace frente a la desigualdad es el crecimiento económico y la creación de empleo y luego las políticas sociales. Tenemos la premisa principal del reparto, que no será suficiente. Hay que esperar que efectivamente ese cambio político sea compatible con la continuidad de un crecimiento económico de toda la región y hay que hacerlo a través de políticas efectivas que, insisto, deben crear estabilidad y confianza.
—En la región se aspira a que la tendencia del nearshoring atraiga empresas, inversiones. ¿Es una teoría o ya se puede hablar de hechos?
La ubicación geográfica tiene mucha importancia porque, en definitiva, hay muchas sinergias y hablamos de costos de transporte significativos. En ese sentido hay que confiar en que se vaya plasmando. Vengo de una España que vive una crisis más importante que la crisis financiera del 2008-2012. Y eso promueve también que se busque una salida a través de inversión exterior, que va mucho más allá de los servicios. Por ejemplo la industria del transporte es fundamental y en poco tiempo nos convirtió en el segundo productor de automóviles por razones que en mi opinión son geográficas y porque hay una industria auxiliar muy potente. La logística hace que seas competitivo y en ese sentido la península ibérica mira todas las partes del mundo y eso nos convierte en un receptor de inversión.
—En el contexto global, ¿Europa está perdiendo impulso?
Europa como proyecto y la Unión Europea en esta crisis se han portado excelente. Lo mejor es que la Unión Europea ha podido financiar la calidad de la recuperación. Ha prometido una financiación especial a ciertos grupos, es la primera vez en la historia en que se han roto ciertos techos. El Banco Central Europeo también se ha comportado de manera excelente en esta crisis. En materia de salud pública es importante resaltar la distribución de vacunas. La UE es un grupo de democracia y libertades y estado de derecho al que llegamos a través de un factor común con reglas democráticas que nos definen.
La Unión Europea está en crisis por la salida del Reino Unido y hay una crisis de institución pero está reaccionando positivamente. Esto trae al mundo un tipo de liderazgo en políticas efectivas que tienen un costo que contamina positivamente el mundo. En ese sentido Europa sigue siendo un referente en esta crisis.
— La salida de la crisis ha necesitado un endeudamiento importante…
Hay mucha liquidez en el mundo en este momento y hay que saber atraer esa liquidez en forma de inversiones. Hace falta más flexibilidad financiera, que es lo que mejora la confianza en el país. Usted sabe que la primera fase de nuestro gobierno, en España, fue generar esa confianza para tener los mismos tipos de interés que tenían los líderes en confianza como Alemania. La prima de riesgo al comienzo de los 2000 llegó a ser mejor algunos días que la de Alemania. En España, cuando yo tenía 20 o 30 años pagaba mis hipotecas al 15% más o menos. Eso ha cambiado porque la clave está en que los mercados financieros te den mejor calificación.
—Pero puede llegar el momento en que se tome demasiado dinero prestado…
Eso es un concepto relativo. Hemos vivido una respuesta a la pandemia de aumento de la liquidez mundial que es una invitación a los préstamos porque hay dinero disponible y hay una crisis económica. No fue provocada previamente a la que se superpuso una crisis de salud pública. Esta es una crisis de salud pública a la que se sobrepone una económica y esto llevó a una respuesta de aumento de la liquidez mundial y ahora hay que ir reconociendo porque también puede provocar problemas de inflación.
—Después de años de inflación controlada cualquier punto asusta.
En España desde la segunda mitad de los 90 la inflación era del 2% y 3%, cuando 10 años antes estábamos en inflaciones del 10 y del 12%. En los 70 yo trabajaba en un banco y tuvimos una subida de sueldo de más del 30% para compensar la inflación… es algo que he vivido y es lo que estoy pidiendo en España, una actuación política como fueron ciertos pactos previos a la Constitución del 78, los llamados Pactos de la Moncloa. Hasta los marxistas fueron capaces de deliberar acuerdos para sentar un escenario económico.
—¿Sigue muy ligado al PP?
Ahora mismo no, me he retirado luego de 26 años, hay que dejar paso a otras generaciones. La política ha sido una fase de la vida. Usted nunca escuchará una palabra mía con crítica a un proyecto que realmente ha sido beneficioso para España y que a mí me ha utilizado para servir al país. Alguien decía que los políticos no se retiran sino que los retiran y no hay que tener prisa porque eso llega…
—Desde lejos, no se entiende esa exasperación de la política española de hoy.
Bueno… las crisis que hemos vivido como la de 2008 promueven indignación y eso lleva a un radicalismo de izquierda y en buena parte a una integración de la derecha. Con todo mi respeto a todos, son temas sociales que están ahí involucrando millones de personas. l
En política cuando estás por primera vez en una posición del gobierno, lo que vas aprendiendo es que tu capacidad de modificar las cosas está muy limitada. Puedes acomodar a lo que ya había hecho, darle otra dirección pero sobre su base. No vas reinventar el impuesto sobre la renta porque ya se inventó hace mucho y ha costado mucho dinero. No ha sido fácil llegar a donde estamos. Por eso decía que en la política no solo se acuerdan los contenidos prácticos sino que todo se va modificando.
—¿Cómo se vive la política desde el poder y la oposición?
Yo entiendo es muy oportuno que la oposición llegue al gobierno para así acabar de entender el sentido de la toma decisiones y es un hecho más democrático porque la política es hacer con los demás, con los que uno no coincide, pero están ahí. La política crea democracia y la democracia real se hace entre las formaciones políticas en gobiernos que representan a millones de ciudadanos. Defiendo lo que hacen con personas de fuera que aportan mucho pero hemos tenido en España ciertos políticos que han trabajado por la democracia. La política exige preparación y práctica.
—También existe un temple particular.
Claro, existe una forja ante la dificultad. Yo he trabajado con políticos que esa forja les hace mejores políticos con el viento en contra. Eso exige una preparación y un carácter temperamental propio.
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