La magnitud de los intereses chinos en África supera ampliamente a la que tienen en Latinoamérica. Una gran variedad de obras están en proceso de ejecución, representando el 30 % de los grandes proyectos de construcción en el continente africano. Notorios entre ellos son los relacionados con carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, explotaciones mineras, canales de riego, plantaciones agrícolas, suministro de agua potable y generación de energía.
Una característica de los proyectos chinos es la forma en que son desarrollados. En lugar de utilizar mano de obra local, el personal utilizado suele ser chino. En el caso de países donde existen importantes núcleos poblacionales originarios de China, parte de los recursos humanos requeridos pueden ser cubiertos con miembros de dichos núcleos. Pero en lugares donde no hay minorías chinas significativas, como ocurre en amplias zonas de África, el personal es trasladado desde China.
Se observa además una relación entre la localización de los principales focos de las enfermedades endémicas que prevalecen en África, y la ubicación de los proyectos desarrollados por los chinos. Se trata de una relación inversa, pues las áreas donde esas enfermedades son más comunes, son también aquellas donde menos proyectos han sido llevados a cabo o iniciados. Un estudio publicado este año comprueba la existencia de esa relación en cuanto a la malaria, habiéndose constatado además que en proyectos ejecutados en las regiones africanas donde la malaria es endémica, el personal utilizado procede de regiones en China afectadas por esa enfermedad, presumiblemente con el propósito de que los seleccionados posean inmunidad contra ella.
La presencia china ha sido bien recibida por los gobiernos africanos, ávidos de inversiones y financiamientos asequibles. En algunos casos su impacto ambiental ha sido objeto de debate, pero por lo general las consideraciones económicas han prevalecido sobre las inquietudes ecológicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario