El primero de diciembre del 2021, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) organizó un evento para anunciar la inversión de más de 79,000 millones que haría en este 2022, lo cual traería una matrícula de 80,000 empleos. Ya en los primeros cuatro meses del año, se ha invertido el 50 % de esa cifra.
Así lo informó la noche del jueves Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD, durante la celebración del 60 aniversario de la asociación, en el que la AIRD detalló de forma cronológica las travesías para convertirse en el robusto sector que son.
Un 7 de abril de 1962, a casi un año de la muerte de Rafael Leónidas Trujillo Molina –quien controlaba todas las empresas- un grupo de industriales se organizó para saber con qué contaba y qué había a nivel industrial en el país.
Durante el acto celebrado en el Teatro Nacional, los primeros miembros de la AIRD, José Manuel Armenteros, José Vitienes y Celso Pérez, contaron las anécdotas y ruta que trazaron en los primeros años, marcados por los diferentes escenarios a nivel social y político que vivía la República Dominicana.
“Contamos esta historia con orgullo, pero queremos que esta sea algo más, un impulso para recomenzar renovados, todos aliados, industria, gobierno, colaboradores, sociedad, de cara a un propósito alcanzable: ser una potencia industrial en la región”, expresó Marranzini.
Pilares para el futuro de la industria
En la actividad, que contó con la asistencia del presidente Luis Abinader, varios servidores y decenas de empresarios, Marranzini indicó que la industria ha contribuido a la estabilidad económica, la generación de empleos y aportes al fisco para financiar las tareas del Estado.
Otro pilar que busca desarrollar, la AIRD es la innovación a través de los proyectos de investigación, las alianzas con academias, desarrollo de patentes e incremento de la productividad.
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También, el impulso de la industria sostenible, “incluso más allá de las normas, comportándonos como ciudadanos corporativos en nuestra relación con el medio ambiente, colaboradores, consumidores y sociedad”, indicó Marranzini.
Abogó, además por la flexibilidad, como la eliminación de la burocracia, ejecutar modificaciones en el Código de Trabajo, “que es del pasado, y que requiere cambios sustanciales para ser el instrumento jurídico que trabajadores y empresas necesitan para la generación de empleo formal y el desarrollo sostenible de la nación”.
Marranzini citó que dentro de los puntos para impulsar esos pilares hay que internacionalizar las empresas locales, involucrar a las nuevas generaciones y tener una visión a largo plazo.
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