El Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) ha servido, desde 2004, de base de información para que el Gobierno pueda orientar sus políticas de ayuda social a los más necesitados en República Dominicana.
Desde ese año, esa entidad ha levantado datos sobre la condición socioeconómica de 2.1 millones de hogares, de los que, tras el cruce de variables que determinan la pobreza en un hogar, el 62 % de los registrados se queda en categoría de no pobres, esto basado en el nivel de ingresos de esas familias.
Del restante, al 36 % se le considera pobre moderado y el 3 % está sobre la pobreza extrema, de acuerdo a informaciones levantadas por la entidad en septiembre de 2021, aunque basadas en el empadronamiento de hogares realizado por el Siuben en 2018.
El porqué de que la mayoría no sea pobre lo explica el director general del Suiben, Jefrey Lizardo, durante un encuentro que organizó con la prensa para dar a conocer las nuevas implementaciones con las que buscan hacer más ágil el registro de los ciudadanos.
Se trata de familias en las que, si bien hay un ingreso superior al considerado por encima de la línea de pobreza, tienen condiciones que les hacen vulnerables y candidatos para el auxilio social. Entre ellos hay hogares con madres solteras, con niños entre 0 a 5 años de edad, adultos mayores de 65 años, personas con discapacidad severa o que son pobres multidimensionales.
Por ejemplo, de los 2.1 millones registrados, hay 437,323 hogares que no se consideran pobres monetarios, pues tienen ingresos que les permitiría tener cierta calidad de vida, pero entran en la categoría de pobres multidimensionales.
También hay 311,708 personas que son pobres monetarios (carecen de ingresos fijos), pero no multidimensional, una condición que mide aspectos socioeconómicos como el tipo de material de la vivienda o propiedad de la misma; fuentes de suministro de agua; servicios de recogida de basura, de electricidad; grado de escolaridad de los miembros de la familia y nivel de hacinamiento del hogar, entre otras.
Todos pueden recibir asistencia del Gobierno
La pandemia así lo demostró: todos pueden recibir la asistencia del gobierno. Con la crisis, personas que perdieron sus ingresos tuvieron que ser asistidos con transferencia del Estado, aún cuando no habían aplicado antes para una ayuda social.
Son esos los motivos por los que Lizardo busca que más familias se registren en el Siuben. Su meta es pasar del 62 % de la población a un 85 %, que implicaría unos 9 millones de ciudadanos.
Además de los tradicionales empadronamientos mediante barrido (encuestas casa por casa) de hogares, y del call center para completar formularios, en Siuben trabajan en la implementación de una autodeclaración vía web, en la que las familias podrán inscribirse sin tener que esperar a que un empadronador les visite.
“Un hogar puede llegar a convertirse en vulnerable por múltiples razones. Por ejemplo, que el principal proveedor se quede sin ingresos o que no reciba ingresos suficientes para mantener a los padres”, apunta.
En el Siuben también trabajan en la transformación del Sistema Único a un modelo universal, de manera que, además de tener a todos los beneficiarios en una sola base de datos, que la misma integre todas las variables que pueden generar vulnerabilidad en el ciudadano, según explica su director.
“Se integran todas las variables para la identificación temprana de riesgo, porque, si se puede identificar antes, eso contribuye a mejor la resiliencia y adaptabilidad a los problemas sociales”, dice Lizardo.
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