El Fisco de Argentina recaudó 223,000 millones de pesos (US$2.264 millones) por el “aporte solidario y extraordinario” a las grandes fortunas impulsado por el oficialismo y aprobado por el Parlamento para hacer frente a la compleja situación económica y social suscitada por la pandemia de COVID-19.
Según confirmaron este lunes a Efe fuentes oficiales, los datos preliminares muestran que 10,000 individuos con patrimonios superiores a los 200 millones de pesos (US$2 millones) cumplieron con la obligación impositiva de pagar el nuevo tributo.
Es decir, que alrededor del 80 % del universo potencial de contribuyentes alcanzados por el impuesto cumplió con su obligación de pagarlo.
Según las fuentes consultadas, un pequeño grupo de millonarios, hasta ahora cerca de 220 contribuyentes, ha iniciado acciones legales para no pagar el aporte solidario y extraordinario.
Por lo demás, el Fisco inició fiscalizaciones sobre los contribuyentes que no presentaron sus declaraciones juradas para el pago del impuesto.
El aporte “solidario y extraordinario” a las grandes fortunas fue aprobado con “carácter de emergencia y por única vez” por el Parlamento argentino a finales del año pasado y reglamentado en febrero último por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La ley estableció que los recursos extraordinarios obtenidos por este impuesto sean destinados a financiar la política sanitaria (20 % de lo recaudado), subsidiar a las pymes para sostener los puestos de trabajo (20%), inyectar recursos en becas de estudio (20 %), mejorar condiciones habitacionales de los barrios populares (15 %) y apuntalar la inversión energética (25 %).
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