La autorización vigente desde hace ocho meses para volver a permitir la exportación de ámbar procesado y semiprocesado aún no ha reactivado esta minería artesanal. Sus años de mayor auge (2016-2018) podrían revivir una vez que se supere la actual fase de rehabilitación de las minas inactivas tras el colapso de los precios por onza.
En los primeros seis meses de 2023, se extrajeron 510.63 libras de ámbar en El Valle, Hato Mayor, y 197.60 libras en La Cumbre, Santiago, según informó ayer a Diario Libre el director general de Minería, Rolando Muñoz.
Aunque la producción se ha mantenido, no se compara con los años dorados, cuando los chinos eran los principales compradores y los precios de la libra de ámbar azul alcanzaban los seis dígitos, y más de 3,000 personas dependían de esta pequeña industria.
En noviembre de 2022, el Ministerio de Energía y Minas revocó por resolución la prohibición de exportación de ámbar y larimar vigente desde 2018. En consecuencia, se permite la exportación de ámbar procesado y/o semiprocesado para fomentar y valorar las operaciones mineras de extracción artesanal de estas piedras semipreciosas.
Este permiso era reclamado por los mineros y artesanos locales, quienes -en medio de una sobreoferta- atribuían a la prohibición el desplome de la minería del ámbar, cuyos centros de extracción se concentran en La Cumbre y El Valle.
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Pasos para revitalizar
Para relanzar la minería del ámbar, el gobierno fomenta la creación de cooperativas de extractores para su organización. Ya existe una con 72 personas que reciben capacitación tecnológica, y 25 están siendo capacitadas en orfebrería, según informó Muñoz.
“Como ahora se está rehabilitando la producción, de nuevo, la producción está baja y tiene poca gente, pero a medida que se rehabiliten los pozos de producción, va a volver la misma cantidad de gente, de seguro que sí”, aseguró.
El proceso de readecuar los pozos puede tomar hasta un año.
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