El mayor deseo reflejado y externado por los cientos de jóvenes que asistieron este viernes a la feria de empleos que organizó el Ministerio de Trabajo en la UASD, fue el “poder ser agraciados” de quedarse con una de las 1,115 plazas de empleos ofertadas.
Algunos de Villa Mella otros de Sabana Perdida, muchos de Cristo Rey, Capotillo, Los Guandules, San Cristóbal, La Vega y demás demarcaciones, pero todos con un único objetivo, alzarse con una plaza de trabajo y, en algunos casos, ese tan anhelado primer empleo.
Con caras sudorosas y quejándose de la lentitud que había en la fila tres amigas se encontraban a la espera de su turno para poder obtener uno de los formularios que se debían llenar con las aptitudes, competencias y habilidades que se poseían y por los puestos a los que se aplicaba.
De estas tres, una de ellas, Karina, señalaba que uno de los puestos por los cuales optaba era como analista de inventario, pero que tampoco le molestaba ser secretaria porque su único objetivo era salir de esa feria con un empleo.
“Yo lo que quiero es trabajar”, eran algunas de las respuestas que daban los solicitantes cuando les preguntaban por cuál posición estaban optando.
En su mayoría, quienes asistieron a la feria eran personas jóvenes, que al ser consultados manifestaban que estaban en su primer semestre universitario y consideraron que tener un empleo los ayudaría a solventar los grandes gastos que suponía iniciarse en la vida universitaria en la República Dominicana.
Aunque no reside en Santo Domingo, uno de los jóvenes consultados explicó a Diario Libre que provenía desde San Cristóbal y que se trasladó a la capital en busca de una de las vacantes para auxiliar de enfermería ya que se consideraba apto para lograr uno de los puestos que se estaban sorteando.
Wadler Roland, contó parte de su historia y aseguró ser ingeniero en sistemas desde hace cuatro años, pero no ha podido ejercer porque "no ha existido la oportunidad", ya que en el país para esas áreas siempre “buscan mano extranjera”, incluso en algunas dependencias estatales, según dijo.
El joven manifestó que está dispuesto a trabajar en cualquier área, aunque sea un profesional de la ingeniería en sistemas. Al hablar reveló que tiene un buen tiempo desempleado y fue a través de un amigo que se dio cuenta de la jornada de empleo. "Yo vine a buscar un empleo porque tengo más de un año y seis meses desempleado", explicó Roland.
Rodeada de un grupo de jóvenes que conoció en los alrededores del recinto Juan Isidro Jiménez (JJ), de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y que como ella fueron en busca de una plaza de empleo, se encontraba una joven que explicó estar graduada desde el 2017 de enfermería, Laura Rosado, es su nombre.
Esta expresó "sentirse desesperada" por la falta de empleo, ya que tiene más de seis años de haberse licenciado y no ha podido desarrollarse de lleno en el plano laboral.
"En el país tenemos muchas personas profesionales que se esfuerzan estudiando y al fin y al cabo después de esforzarse tantos años haciendo una carrera nos vemos en la necesidad de estar desempleados. Vinimos aquí por motivo a la feria de empleo a ver si somos agraciados con Dios por delante", fueron las declaraciones de Rosado.
La feria de empleo se realizó de 9:00 a. m. a 3:00 p. m., en un espacio donde había 1,115 plazas en distintas áreas como médico general, odontopediatra, odontólogos generales, auxiliar de odontología, protesista, periodoncista, implantólogo, cirujano maxilofacial y endodoncista, enfermeras y auxiliar de enfermería, ayudante técnico, ayudante rígido, ayudante de almacén, soldador y lavador, entre otros puestos.
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