La alianza que forman Renault, Nissan y Mitsubishi, afectada desde hace 14 meses por el escándalo derivado del arresto de Carlos Ghosn, anunció “un nuevo marco” para reforzar su cooperación, que pasa por un reparto entre las tres automovilísticas de su liderazgo en las regiones del mundo y en las tecnologías clave.
En un comunicado publicado este jueves al término de una reunión en Japón de su Consejo Operativo, la alianza explicó que Nissan será referente para las tres en China, Renault en Europa y Mitsubishi en el sureste asiático.
Aplicarán también el esquema de que una de ellas será líder para cada plataforma, para cada grupo motopropulsor y para cada tecnología clave.
A modo de ejemplo, Nissan estará al frente del desarrollo de los vehículos eléctricos, precisó a Efe una portavoz.
La elección de uno y otro estará en función de los activos y del avance que tengan en cada tecnología.
Renault, con capacidades y una gran experiencia en el mercado de las furgonetas, fabricará a partir de este año en su planta francesa de Sandouville un utilitario ligero para la marca Mitsubishi destinado al mercado de Oceanía.
Otra muestra de la voluntad de avanzar en la integración de la alianza es que ante las exigencias de la normativa europea de reducción drástica de emisiones de dióxido de carbono (CO2), los tres grupos contarán como si fueran uno solo.
Eso significa que las medias de emisiones se calcularán para el conjunto de los vehículos de los tres, y no de forma separada. En consecuencia, si tuvieran que pagar multas por incumplir los objetivos europeos, también lo tendrían que hacer de forma conjunta.
Renault, Nissan y Mitsubishi anunciarán simultáneamente sus planes estratégicos de medio plazo en torno al mes de mayo de este año, y lo harán “integrando las principales decisiones” tomadas por el Consejo de la alianza.
De hecho, ese Consejo Operativo se implicará “activamente” en los Consejos de Administración de las tres empresas.
Los tres socios insistieron en que este “nuevo marco” sirve para “reforzar más su modelo económico y consolidar su estructura de gobernanza”.
Se trata de aumentar su capacidad para “sacar partido de sus bazas y amplificar sus estrategias.
La detención por acusaciones de malversación y fraude fiscal en noviembre de 2018 en Japón de Ghosn, que era hasta entonces su responsable ejecutivo, hundió la alianza en una grave crisis, marcada por la desconfianza entre sus socios.
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