El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó este martes la consulta del Artículo IV del 2019 con Haití, el que detalla que, desde marzo de 2019, el país ha estado experimentando una crisis política prolongada y disturbios civiles prolongados que a veces han cerrado la mayor parte de la actividad económica en el país.
Según explicó el documento, la crisis ha afectado la economía y la población ya vulnerable, produciendo una inflación que superó el 20 por ciento interanual en septiembre, estimando que la producción se contrajo en un 1,2 por ciento en el año fiscal 2019 que terminó el 30 de septiembre y el tipo de cambio depreciado en un 25 por ciento durante el mismo período.
Precisó la consulta que, a medida que los ingresos fiscales se desplomaron y el costo de los subsidios energéticos aumentó, el déficit fiscal se amplió a 3.8 por ciento del PIB en el año fiscal 2019 y los atrasos internos aumentaron drásticamente. La relación deuda pública/PIB aumentó del 40% al 47% durante el año fiscal.
Las autoridades están haciendo esfuerzos considerables para limitar el deterioro. El ministerio de finanzas está implementando medidas para mejorar la recaudación de ingresos y controlar mejor el gasto y, en noviembre, firmó un nuevo acuerdo con el Banco Central para fortalecer la disciplina fiscal y limitar el financiamiento monetario del gobierno. El Banco Central ha estado ajustando sus tasas de interés para contener la inflación al mismo tiempo que intenta apoyar al sector privado durante la recesión.
Puntualizó que, en ausencia de una implementación sostenida de buenas políticas y reformas integrales, las perspectivas siguen siendo sombrías. Bajo el supuesto de base de cierta estabilización política en 2020 sin grandes reformas políticas o económicas, el crecimiento mejoraría, pero se mantendría negativo este año y por debajo del 1,5 por ciento en el mediano plazo.
Se espera que la inflación disminuya ligeramente antes de caer finalmente por debajo del 10 por ciento para 2025. Los riesgos para las perspectivas son principalmente a la baja, pero la estabilidad política podría traer importantes ventajas. Una resolución de la crisis actual, el nombramiento de un nuevo gobierno comprometido y capaz de implementar reformas, y el retorno del apoyo de la comunidad internacional podría conducir a una mayor inversión y un crecimiento potencial, refirió la entidad.
Evaluación de la Junta Ejecutiva
Los directores ejecutivos estuvieron de acuerdo con el impulso de la evaluación del personal. Expresaron preocupación por la crisis sociopolítica en Haití y destacaron la urgencia de restaurar la estabilidad política y macroeconómica, abordar la pobreza y la desigualdad, y combatir la corrupción. Pidieron a todas las partes interesadas que trabajen hacia un diálogo nacional de base amplia para abordar los enormes desafíos del país y darse cuenta del alcance potencial para un crecimiento mucho más fuerte e inclusivo.
Los directores alentaron una cooperación estrecha y continua con los donantes y el Fondo, incluso a través de asistencia técnica, y acogieron con beneplácito la estrategia de participación del país como base para la futura participación del Fondo. Enfatizaron que las severas restricciones fiscales requieren el desplazamiento de los escasos recursos del gasto no prioritario hacia programas e inversiones sociales.
Subrayaron la importancia de limitar el financiamiento monetario de los déficits fiscales y preparar un presupuesto nacional para el año fiscal 2020. Los directores alentaron a las autoridades a centrarse en medidas para aumentar los ingresos nacionales y reducir las exenciones a corto plazo, mientras trabajan para fortalecer la administración tributaria, preparar un plan de resolución para los atrasos presupuestarios y reforzar la gestión financiera pública.
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