Una de las mayores preocupaciones del equipo económico del Gobierno ha sido el riesgo de que el consumo de los hogares siga deprimido, pese a los esfuerzos desde el Banco Central por inyectar liquidez al mercado.
Los datos oficiales indican que durante los últimos dos meses el consumo con tarjetas de débito y crédito ha comenzado a reanimarse y, de hecho, en octubre pasado el pago en puntos de venta con instrumentos bancarios llegó a niveles similares a los registrados antes de que la pandemia del COVID-19 fuera declarada, en marzo pasado.
El Banco Central reportó que en octubre los pagos con tarjetas de débito se situaron en 10,141.4 millones de pesos realizados en 6.55 millones de operaciones, una cantidad equiparable con el número de pagos que se realizaban en febrero, antes del inicio de la pandemia.
El peor mes para el consumo con tarjetas de débito fue abril, cuando apenas se contabilizaron pagos por 5,318 millones de pesos, de acuerdo con los datos oficiales.
Por su parte, el pago a crédito con dinero plástico, que había sido el renglón más golpeado por la pandemia, mostró una profunda mejoría, al situarse los consumos con tarjetas de crédito en 21,149.6 millones de pesos al cierre del mes de octubre. A través de los puntos de venta se realizaron 7.8 millones de pagos, según revelan las cifras del Banco Central.
Pero todavía hay elementos que hablan de una pandemia y una caída de la actividad que ha tenido efectos sobre los niveles de empleo: el uso de las tarjetas de subsidios sociales. Antes de que se iniciara la pandemia del COVID-19, la utilización de ese tipo de subsidios a través de instrumentos de pagos era bastante marginal, de 1,144.2 millones de pesos en febrero pasado.
Mientras tanto, en octubre los datos muestran pagos con tarjetas bancarias de subsidios por 10,742.1 millones de pesos, un nivel incluso mayor al que registran los pagos con tarjetas de débito.
El Banco Central recientemente reconoció que la caída de la economía dominicana este año podría alcanzar un nivel de entre 6.7 % y 6.8 %. El Gobierno había estimado inicialmente que el retroceso económico provocado por la pandemia estaría en torno al 4 %, pero poco a poco ajustaron el cálculo conforme avanzó el COVID-19 por el mundo, con sus consecuentes implicaciones sobre los sectores económicos dominicanos.
El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) correspondiente a octubre mostró una variación interanual de -4.3 %. La incidencia de la pandemia sobre sectores emblemáticos para el país, como el turismo, ha sido enorme: para ese mes la actividad de hoteles, bares y restaurantes fue de 48.8 % con respecto al año previo.
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