La Asociación Nacional de Agencias Distribuidoras de Vehículos (Anadive) mostró su preocupación sobre un posible aumento de los impuestos a los vehículos usados en una próxima reforma fiscal, considerándolo “un duro golpe a la clase media” y una medida que favorecería a los importadores de vehículos nuevos.
En una nota de prensa, el gremio manifestó su respaldo a una reforma fiscal “integral, justa y equilibrada” en la que no se afecte a la clase trabajadora ni se perjudique a un sector en beneficio de otros sectores.
Precisó que la pretensión de impuestos adicionales a los vehículos usados por antigüedad e incrementos al costo de derecho por circulación (marbetes) favorecería a los importadores de vehículos nuevos en detrimento del sector y limitaría el acceso de estos vehículos a personas de clase media y de menor ingreso.
Resolución de problemas estructurales
Anadive sostuvo que la reforma fiscal debe estar orientada a resolver problemas estructurales al país “y no solamente a incrementar las recaudaciones de las arcas estatales, recargando a los más vulnerables y de menos posibilidades”.
Indicó que las fuerzas políticas, económicas y sociales deben arribar a un pacto fiscal encaminado a financiar el desarrollo y garantizar la sostenibilidad a largo plazo, tal cual se consigna en la Ley 1-12, de Estrategia Nacional de Desarrollo (END).
Para el gremio el pacto debe cubrir los siguientes aspectos:
- Reducir la evasión fiscal
- Elevar la calidad, eficiencia y transparencia del gasto público
- Aumentar la eficiencia y equidad de la estructura tributaria
- Racionalizar tarifas y subsidios en la provisión de servicios públicos (como el sistema eléctrico) para reducir así el déficit fiscal
- Incrementar relacionalmente la presión tributaria
- Aumentar el ahorro corriente
- Implementar políticas cíclicas para garantizar la estabilidad económica del país
Corrección de distorsiones en el sector automovilístico
Anadive plantea, además, que la reforma debe aprovecharse para corregir distorsiones del sector automovilístico, como el doble tratamiento impositivo que se le da a los vehículos de motor cuando se les cobra:
- El pago de 2 % del valor de Costo, Seguro y Flete (CIF, siglas en inglés) para traspaso de propiedad de personas físicas
- El 18 % del impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios (Itbis)
- El 27 % del impuesto sobre la renta (ISR) para personas jurídicas
“Evidentemente, es un tratamiento desigual”, indicó la asociación.
Considera que se debe regular que la importación de vehículos importados por los representantes de marcas (concesionarios) cuenten con un stock mínimo de piezas, partes esenciales y talleres para servicios y otorgamiento de garantías.
Asimismo, plantea que las unidades vendidas ofrezcan las condiciones de seguridad y que cuenten con dispositivos para la protección del medioambiente.
“Anadive aboga por un tratamiento fiscal igualitario para todo el sector organizado, sin discriminación frente a la ley, y apoya los esfuerzos para regular la comercialización y distribución de vehículos con equidad y justicia”, concluyó.
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