Las reformas económicas, tributarias y laborales propuestas por el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso -que fundamentalmente afectan a la población más rica del país-, generaron el viernes críticas y apoyos pese a que su aprobación depende de la Asamblea, donde no tiene mayoría.
En una cadena de radio y televisión, el mandatario propuso la noche del jueves que para estabilizar la economía los sectores más ricos, un 3,5% de la población, deben contribuir más y que quienes ganen más de 2.000 dólares mensuales aportarán de forma progresiva y gradual y los que tengan patrimonios de más de medio millón de dólares deberán hacer una contribución especial por dos años. Las empresas con patrimonios mayores a un millón de dólares deberán hacer el aporte sólo por un año.
A su vez indicó que buscará la aprobación de un régimen alternativo y voluntario de oportunidades de trabajo con nuevas modalidades de empleo y contratación, lo que según Lasso generaría dos millones de empleos en los próximos años.
El analista y profesor de la Universidad San Francisco, Luis Espinosa Goded, dijo a The Associated Press que el presidente “no habla de una reducción, de una restructuración del gasto público y eso es necesario”, pero reconoció que “ha sido un anuncio muy importante que busca cambiar la estructura del modelo económico de Ecuador, ambicioso, pero no radical, aunque depende de que se pueda aprobar por la Asamblea”.
Las propuestas están incluidas en un proyecto de ley que será presentado el viernes a la Asamblea con carácter urgente, lo que implica que tiene 30 días para aprobarlo o rechazarlo. De todas formas, si no se toma una decisión en ese plazo, la propuesta entrará en vigencia sin más trámite.
El analista económico Walter Spurrier, expresó a la red de televisión Teleamazonas que el mandatario ha tenido que plantear una solución tributaria con la cual ha buscado afectar a las personas que más tienen “y eso le va a pasar factura porque es el electorado que votó con más entusiasmo por él, pero no tiene otra manera de afrontar la situación”.
Lasso, en el poder desde fines de mayo, detalló la situación fiscal que lo obligó a tomar estas medidas: el país tiene una deuda de alrededor del 63% del Producto Interno Bruto, un déficit fiscal de 7.000 millones de dólares, un desempleo y subempleo del 70%, una pobreza extrema que afecta al 20% de la población y un 30% de los niños menores de dos años con desnutrición.
El ministro de Economía, Simón Cueva, dijo a la red de televisión Ecuavisa que “esta es un ley que busca crear oportunidades para todos, está orientada en especial a los siete de cada 10 ecuatorianos que no tienen empleo adecuado”.
Añadió que “en el área fiscal tenemos que enfrentar una situación que no es sostenible... pero si queremos ser un país creíble al mundo, si queremos un país que cree opciones de crecimiento, emprendimiento, inversiones y empleo, necesitamos tener finanzas públicas sostenibles”, combatir la evasión tributaria y pedir apoyo a los que mas tienen.
La Asamblea de Ecuador, de 137 integrantes, está dominada por los partidos opositores UNES del expresidente Rafael Correa (2007-2017), por el partido de los indígenas Pachakutik y por otros de menor importancia, que permanentemente se oponen a la gestión del mandatario.
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