La Comisión Europea (CE) inició este viernes una investigación para decidir si prolonga más allá del 30 de junio las salvaguardas aplicadas a algunas importaciones de acero hacia la Unión Europea (UE), que se introdujeron en 2018 para proteger al sector comunitario frente a una posible avalancha de importaciones de terceros.
El estudio, iniciado a raíz de la solicitud de doce Estados miembros, servirá para determinar si estas medidas siguen siendo necesarias para "remediar un perjuicio grave a la industria del acero de la UE y si la industria se está adaptando".
Estas salvaguardas se introdujeron en 2018 a raíz de que la Administración de Estados Unidos, entonces presidida por Donald Trump, impusiera aranceles a las importaciones de acero hacia su país de muchos Estados.
El objetivo era evitar el daño que podría sufrir la industria europea si estos flujos comerciales se hubiesen redirigido hacia la UE, provocando una avalancha de importaciones de acero en el continente.
Las medidas, que se han revisado dos veces (en octubre de 2019 y julio de 2020) consisten en la aplicación de una cuota a partir de la cual las importaciones dejan de estar libres de aranceles y pasan a estar gravadas con una tarifa del 25 %. Estas cuotas se ajustaron a partir de 2021 para reflejar la salida del Reino Unido de la UE.
La Comisión da dos semanas a las partes interesadas para que se pronuncien, ha enviado cuestionarios a los productores de acero europeos y consultará también con terceros países, tras lo cual elaborará una propuesta para que los Estados miembros voten antes del 30 de junio, cuando expiran las medidas en vigor.
La Asociación de Fabricantes de Automóviles de la UE (ACEA) reaccionó al anuncio pidiendo que las salvaguardas no se mantengan mas allá de esta fecha puesto que, como consecuencia de la pandemia, las empresas "afrontan un aumento de los precios para los productos de acero y largos plazos de entrega debido al insuficiente suministro doméstico".
En un comunicado, indicaron que debido a las salvaguardas hay "limitadas alternativas de importación" que permitan suavizar costes y reducir plazos, así como que extender las medidas más allá del 30 de junio "aumentaría la incertidumbre y condiciones de mercado adversas que ya afrontan quienes usan acero".
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