En sus informes explicativos mensuales sobre la tasa de política monetaria, el Banco Central ha valorado como un hecho positivo para la economía dominicana el balance que se ha dado en torno a los precios del oro y del petróleo, dos materias primas de vital importancia para la economía dominicana, pues la primera la vende y la segunda la compra, ambas en volúmenes muy significativos.
Los precios y disponibilidad de ambas mercancías están fuertemente influenciadas en los mercados por los acontecimientos en el plano internacional tanto económicos como geopolíticos.
Por ejemplo, en el 2011 el precio promedio por barril de la factura petrolera dominicana fue de US$87.56, lo que dio por resultado un costo total por un monto de US$4,241.8 millones, según el Banco Central de la República Dominicana. El 2011 fue un año culminante de la gran depresión, erupcionada como el magma de un volcán por las especulaciones financieras de la banca global, lo que fue denominada como la crisis de las hipotecas subprime.
En 2016, un año después de que la economía dominicana dejó de beneficiarse del esquema preferencial de Petrocaribe, ese precio promedio fue de US$37.62. Y aunque ha ido subiendo, todavía a enero-septiembre de 2019 fue significativamente bajo con relación a 2011, cuando ese promedio por barril fue de US$52.84.
Mientras que, desde la renegociación del contrato con la Barrick Gold, en 2013, los ingresos de divisas han ido en crecimiento.
En los mercados internacionales, el precio de la onza troy en los momentos culminantes de la crisis los subprime, cuando opera como refugio del valor, la onza troy llegó a subir a 1,768.68 dólares, según London Bullion Market Association (LBMA).
En 2019, hasta septiembre, a la economía dominicana le ingresaron dólares por exportación de oro por un valor de US$1,070.2 millones. En 2018 estas exportaciones le aportaron divisas por US$1,360.6 millones. Pero gastó US$3,729.9 en la factura petrolera.
En su más reciente comunicado mensual sobre la tasa de política monetaria, que es el correspondiente al mes de diciembre del 2019, el Banco Central explica que la demanda mundial contribuyó a que el precio promedio de petróleo intermedio de Texas se ubicará en torno a los 57 dólares por barril, durante el año pasado, situándose por debajo del nivel contemplado en el Presupuesto Público de ese año, en el que se estimó en 60 dólares.
Asimismo, revela que el precio del oro “se ha mantenido en niveles altos”, al promediar los US$1,400 dólares la onza troy durante el mismo año, “al ser utilizado como refugio de valor en un entorno de incertidumbre”.
Y esa combinación de oro caro y petróleo barato, es una bendición para la economía dominicana, por que recibe más dólares por el oro que exporta, y gasta menos dólares por el crudo que importa. Algo que en el concepto del “modelo altagraciano” de la economía dominicana es una verdadera bondad celestial que suple las faltas de políticas públicas previsoras.
“Este comportamiento de los precios del petróleo y del oro favorece los términos de intercambio de la República Dominicana y beneficia al sector externo de la economía”, explica el Banco Central de la República Dominicana, en su comunicado divulgado el tres de enero del 2020.
Pero el actual es un mundo lleno de incertidumbres, en el que la calma de hoy puede ser el crisol de donde surjan las tormentas del mañana.
En la madrugada del tres de enero, Estados Unidos asesina con un ataque de drones al general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
Y según la presidenta de la Cámara Baja de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el presidente Donald Trump ordena el asesinato sin informar al Congreso de Estados Unidos.
‘La Administración Trump ha llevado a cabo ataques en Irak contra militares de alto nivel, matando al comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, sin una autorización para el uso de la fuerza militar contra Irán. Además, esta acción se llevó a cabo sin consultarlo al Congreso’, escribió Nancy Pelosi, en Twitter, según medios internacionales.
El estrecho de Ormuz es un brazo de mar muy angosto entre el golfo de Omán, localizado al sudeste, y el golfo Pérsico, al sudoeste. En la costa norte se localiza Irán y en la costa sur el enclave omaní de Musandam.
Es una zona conflictiva por la tensión geopolítica baja la cual permanece, y porque se estima que por sus estrechas corrientes de aguas navega el 40% del volumen del petróleo comercializado en el mundo.
Y entretanto, Wall Street abrió el viernes con pérdidas en sus indicadores. El Dow Jones de Industriales llegó a caer en un momento cerca de 300 puntos, que según la agencia EFE, es algo no visto en tres meses. La agencia informa que la caída es en reacción al ataque estadounidense que mató a un general iraní en Irak.
Mientras que la agencia AP, divulga que, por las mismas razones, las acciones “caían fuertemente el viernes” luego del mediodía en Wall Street y que los precios del crudo subían.
Informó que el crudo estadounidense de referencia aumentaba a 1.28 dólares, o 2.1%, para 62.46 por barril en Nueva York. Que había subido 3.6% al inicio de las operaciones.
Mientras que la mezcla Brent, referente internacional, registró un incremento de 1.86 dólares a 68.11 dólares por barril en Londres.
Para los consumidores dominicanos, las posibles consecuencias locales ya se ven venir con el aumento a los combustibles dispuesto por el Ministerio de Industria y Comercio, que en su aviso de este viernes anunció un incremento en los precios de entre 1.40 a 6.30 pesos para casi todos los combustibles.
Y lo atribuye: al “ataque a Qassem Soleimani en anticipación de una respuesta que incluiría interrupciones en el flujo de petróleo del Medio Oriente, pero (que) la venganza de Irán también podría ser negativa para los precios del crudo”.
Mientras que según el periódico El País.com, el oro registró su mayor subida de los últimos cuatro meses, al cotizar la onza a 1,549 dólares, un 1.5% más que la jornada anterior.
Entonces de mantenerse la incertidumbre, República Dominicana perderá por el incremento del petróleo y ganará por el precio del oro.
Pero en un mundo bajo la incertidumbre, la economía global puede ser afectada y eso tiene impacto local.
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