La India quiere hacerse con el mercado del envío de satélites a bajo coste

La carrera espacial india se ha convertido en una historia de éxito a pesar de contar con recursos limitados, y ahora el país asiático busca explotar su imagen de fiabilidad a bajo coste para afianzarse en el multimillonario mercado mundial de lanzamiento de satélites comerciales.

La reciente puesta en órbita de un satélite brasileño a cargo por primera vez de la gubernamental NewSpace India Limited (NSIL), el nuevo brazo comercial de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), supone el pistoletazo de salida.

El otro pilar de esta nueva ambición, a la par con el programa del Gobierno de liberalizar el sector espacial, es el desarrollo de un nuevo vehículo de lanzamiento ligero conocido como Small Satellite Launch Vehicle (SSLV).

CAPITALIZAR LOS AVANCES DEL ISRO

A pesar de contar con una fracción del presupuesto de otros programas espaciales como la NASA (con unos 22.700 millones de dólares el pasado año fiscal frente a los 1.800 millones de dólares de la agencia espacial india), el ISRO ha enviado misiones a la Luna y Marte y se ha labrado una reputación gracias a sus económicos lanzamientos de decenas de satélites.

La misión india lanzó 104 aparatos de siete nacionalidades distintas con su vehículo polar PSLV en 2017, un récord, y ha puesto en órbita 342 satélites comerciales de 34 países desde los años noventa.

“La mayor fortaleza del NSIL en el ecosistema de lanzamientos es que disponemos del PSLV, altamente fiable y con capacidad multimisión para lanzar satélites en Órbita Terrestre Baja (LEO, por sus siglas en inglés) de tamaño pequeño y medio”, explicó a Efe la compañía estatal india.

Es gracias a esta aura de fiabilidad y precios accesibles que el NSIL espera hacerse hueco en un mercado al alza en el que compiten actores estatales y privados, como la compañía SpaceX de Elon Musk.

Con cada vez más países interesados en el espacio, la consultora aeroespacial Euroconsult vaticina que entre 2020 y 2029 el número de satélites puestos en órbita cada año se multiplicará por cinco, 1.250 de media anual frente a los 260 de la pasada década.

Un pastel de 18,700 millones de dólares en 2029, según Euroconsult.

“Es un mercado nicho”, reconoció el NSIL.

Para afianzar su posición y “realizar lanzamientos de satélites pequeños bajo demanda y a precios muy competitivos”, la agencia comercial creada en 2019 explica que se dispone a probar “en los próximos meses” su cohete SSLV, con una capacidad de carga de hasta 500 kilos.

El Gobierno indio busca también liberalizar el sector espacial indio, poniendo en manos de la industria privada la manufactura de los PSLV.

La agencia calcula que habrá que esperar hasta 2023 para que las empresas indias sean capaces de construir el primer cohete.

“Hacer que todo el aparato sea fabricado enteramente por la industria india es una tarea ardua”, reconoció el NSIL.

La rama comercial del ISRO completó con éxito el pasado 28 de febrero el lanzamiento del Amazonía 1, el primer satélite de vigilancia de la tierra totalmente diseñado, fabricado y operado por Brasil, y tiene cerrados otros cuatro contratos con otros países.

MUCHO CAMINO POR DELANTE

En opinión del analista Ajey Lele, del Instituto para Estudios y Análisis de Defensa (IDSA, en inglés), los números son prometedores pero la India está “solo entrando en el mercado” y aún está lejos de competir con potencias como Estados Unidos, China o la Unión Europea.

“En tres décadas hemos lanzado algo más de 300 satélites, no es mucho (...) el negocio sólo puede desarrollarse cuando tengamos un vehículo de lanzamiento ligero”, cuya presentación se ha visto retrasada por la pandemia del coronavirus, explicó Lele a Efe.

La decisión del Gobierno indio de crear una nueva rama comercial para el ISRO, que se suma a la existente y “demasiado gubernamental” Antrix, parece acertada.

“El ISRO no debería estar involucrado en actividades comerciales, su trabajo básico es investigar (...), lanzar satélites comerciales no es interesante para los científicos del ISRO porque es lo que han estado haciendo desde hace años”, dijo el analista.

La India tiene mucho que hacer, explicó, comenzando por su primera misión tripulada al espacio prevista para entre 2022 y 2023, y conocida como Gaganyaan.

David Asta Alares



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