La pandemia del COVID-19 precipitó los ingresos salariales por hora de los trabajadores de áreas como los hoteles, bares y restaurantes, la banca y el transporte, en un comportamiento del que solo los sectores asociados al Estado escaparon en 2020.
El mayor retroceso en el nivel de ingresos salariales ocurrió entre los empleados de la banca, los seguros y las empresas de intermediación financiera, donde se registró una caída de 41.2 % en el cuarto trimestre del año pasado con respecto a igual periodo de 2019. De acuerdo a los datos oficiales correspondientes al cuarto trimestre del año pasado, los ingresos en ese sector pasaron de 254.2 pesos por hora hasta los 149.3 pesos en el último año.
Luego se situó el sector de bares, restaurantes y hoteles, cuyos trabajadores cerraron el cuarto trimestre del año pasado con ingresos salariales por hora de 77.6 pesos, mientras justo un año antes la remuneración por hora era de 98 pesos en esa actividad, la más impactada por la pandemia durante 2020.
Entre tanto, los trabajadores del transporte registraron una baja promedio de 8.2 % en sus ingresos salariales por hora, al pasar de 116.9 en el cuarto trimestre de 2019 hasta unos 107.3 pesos por hora al cierre del año pasado, según revelan los datos de la Encuesta Continua de Fuerza de Trabajo que publicó esta semana el Banco Central.
Los datos oficiales del mercado laboral señalan que la tasa de informalidad total se elevó conforme avanzó la pandemia durante el año 2020 y se aplicaron las medidas para evitar la propagación del COVID-19.
La tasa subió de 54.8 % en el cuarto trimestre de 2019 hasta un 56.8 % al cerrar el año pasado. Ese nivel implica que al terminar 2020 unos 2.5 millones de personas en el país laboraban en la economía informal.
Por otro lado, la tasa de desempleo se situó en 7.4 % en 2020, tras varios meses de niveles de desocupación que, incluso, rozaron el 3 % en los peores momentos de la pandemia. Esto se explica por la aplicación de subsidios sociales de emergencia, como el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) y Quédate en Casa, que evitaron que las empresas cancelaran personal cuando las medidas para frenar los contagios de COVID-19 detuvieron casi por completo la economía dominicana.
La pérdida de puestos de trabajo se acentuó más en la región este del país, donde el nivel alcanzó un 9.1 % al cierre del cuarto trimestre del año, según los datos del Banco Central. Un año antes el desempleo en el este era de 6.6 %.
La región con menor incidencia de la desocupación al final del año pasado fue el Gran Santo Domingo, con una tasa de 4.9 %, incluso menor al 6.5 % que se registraba un año antes.
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