El tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana (DR-CAFTA) era visto en principio como una oportunidad para que los sectores productivos tuvieran la oportunidad de modernizarse y ser parte importante del crecimiento económico de la región.
No obstante, sectores productivos de países como la República Dominicana entienden que esto es una amenaza para productos sensibles como la leche, habichuelas, pollo, arroz, entre otros.
Una data elaborada por el economista Roberto Despradel indica que al analizar el comercio agrícola del 2004 al 2019, es decir desde la firma del DR-CAFTA al presente, se aprecia un crecimiento del flujo comercial de doble vía. Pero resalta que Estados Unidos mantiene un déficit con la región. Sin embargo, ha mantenido un superávit con el Salvador y la República Dominicana.
El documento indica que con República Dominicana, Estados Unidos ha mantenido el mayor superávit comercial en todos estos años, ascendente a US$3,471 millones. Entre el 2004 y 2019 la República Dominicana exportó US$13,350,606,510 millones en productos agrícolas dentro del DR-Cafta hacia los Estados Unidos. Sin embargo, Estados Unidos envió productos ascendentes a US$16,822,469,337 millones.
Lo contrario pasó con Guatemala y Costa Rica. Estos países enviaron productos del sector agropecuario en el marco del DR-Cafta hacia los EE.UU. ascendente a US$23,764,399,910 en el caso de Guatemala, unos US$10,463,105,316 más que lo enviado por Estados Unidos (US$13,301,294,594).
En el caso de Costa Rica, este país envió entre 2004 y 2019 hacia Estados Unidos productos agrícolas valorados en US$23,256,324,207 que, en comparación con lo enviado por EE.UU. en ese mismo período (US$8,658,268,540), arrojando US$14,598,055,667 por encima de Estados Unidos. Algo parecido sucede con Nicaragua (US$9,859,785,165) cuando se compara con Estados Unidos (US$3,241,470,215).
El documento facilitado por el economista Roberto Despradel indica que Honduras tuvo exportaciones de productos agropecuarios dentro del DR-Cafta hacia los Estados Unidos valorados en US$12,062,607237 entre el 2004 y el 2019. Estados Unidos exportó hacia ese país productos valorados en US$8,343,029,536. Como vemos todos estos países centroamericanos tuvieron superávit con los estadounidenses, lo contrario pasó en el caso de República Dominicana.
“El acuerdo establece que en el año 2015 una comisión iba a revisar el comportamiento del comercio, y dar recomendaciones sobre qué hacer. Yo te diría que, a raíz de esos resultados y la sensibilidad de los productos agrícolas, yo creo que el país debe tomar con mucha seriedad ese articulado de revisión porque la verdad que hay muchos productores de artículos sensibles como el arroz que no van a tener capacidades de competir con Estados Unidos”, advirtió.
Cree que las autoridades dominicanas están muy conscientes de la situación y “como dijo el presidente van a evaluar para conversar con Estado Unidos, siempre hay espacio para ese tipo de conversaciones”.
Agrega que Costa Rica, Guatemala y Nicaragua son los países que más superávit han tenido, incluyendo a Honduras, sobre Estados Unidos, lo que significa que solo dos países a lo largo del 2004 y 2019 han tenido déficit que son República Dominicana y el Salvador en términos agrícolas en el marco del DR-Cafta.
De su lado, el presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), Eric Rivero, considera que el DR-Cafta es un tema que impacta sobre los productos que consume el dominicano, los productos que culturalmente consumen, y los que crean la mayor cantidad de riqueza y empleo en los campos dominicanos.
El también asesor en materia agropecuaria del Poder Ejecutivo afirma que hay países que trabajaron con tiempo, prepararon a sus productores y crearon las condiciones para el DR-Cafta.
Se mostró de acuerdo con lo declarado recientemente por el presidente Luis Abinader de reunirse con el sector arrocero y conjuntamente ir a defender el interés nacional con el tema del DR-Cafta.
El sector arrocero indicó recientemente que la amenaza a ese sector se explica porque la República Dominicana firmó un acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA) en el año 2005, que entró en vigencia dos años después (2007). Ese convenio que establece un desmonte progresivo de los aranceles de productos agropecuarios, comienza a acelerarse hasta quedar libre de impuestos para el año 2025.
Entiende que la producción de arroz será la más afectada si se mantiene ese calendario de importación.
A la producción de arroz se dedican más de 30 mil familias de 21 provincias y 33 municipios de la República Dominicana, en muchas de las cuales el arroz es el motor de su economía.
Manolo Tavárez Mirabal, vocero del sector arrocero en el país, advierte que la desaparición de este cultivo arruinaría la vida económica de las provincias antes señaladas, alteraría la paz social e incrementaría la pobreza.
Además, el cultivo y procesamiento de arroz genera más de 80 mil empleos directos y cerca de 320 mil indirectos. Asimismo, en la República Dominicana existen unas 300 agroindustrias o factorías de arroz y una cadena muy larga de otras empresas, pequeñas, medianas y grandes que comercializan el producto.
“El esfuerzo constante, la innovación tecnológica y la inversión de productores y del Estado han convertido el país en autosuficiente e incluso en exportador de excedentes de arroz. Esto además de garantizar la seguridad alimentaria, ayuda a ahorrar divisas”, explicó Mirabal.
En la República Dominicana el volumen de la producción de arroz blanco se aproxima a los 14.1 millones de quintales al año y el aporte monetario del sector arrocero supera los 32 mil millones de pesos al año. Por lo que se entiende que el país se ahorra cerca de 550 millones de dólares anuales en importaciones.
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