El ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, reveló que el Gobierno tiene en agenda vender al sector privado algunas empresas, entre las que citó la planta a carbón Punta Catalina, obra que ha sido objeto de cuestionamientos desde que se inició su construcción.
La declaración pareciera normal tomando en cuenta que, desde que asumió el poder, el 16 de agosto, el presidente de la República, Luis Abinader, ha sido reiterativo en destacar e impulsar alianzas público-privada para el desarrollo del país, pero es contradictoria, tomando en cuenta que cuando el jefe de Estado era candidato presidencial declaró que se oponía totalmente a que se vendieran acciones de la termoeléctrica, como había anunciado la administración de ese entonces.
El 27 de enero de este año dijo que si el Gobierno ejecutaba esa venta “lesionaría los intereses económicos y sociales del pueblo dominicano”. Ese día estaba inaugurando el comando de campaña de Partido Revolucionario Moderno (PRM), ubicado en la avenida 27 de Febrero, en el Distrito Nacional.
“Estamos convencidos de que conservando la central termoeléctrica en manos del Estado tendríamos oportunidad de introducir nuevas ofertas de energía sin necesidad de incurrir en nuevos préstamos”, indicó.
En la ocasión, recordó que el entonces gobierno de Danilo Medina había vendido a Punta Catalina como la solución que permitiría al país, en el sector energía, disfrutar de precios competitivos, disminuir el subsidio y fortalecer la capacidad negociadora frente a los generadores privados, conforme a una noticia publicada por este medio en la referida fecha.
Otro funcionario que se refirió a eventual venta de la termoeléctrica fue el de Energía y Minas, Antonio Almonte, quien dijo, cuando todavía no había asumido funciones, que el Gobierno sometería a licitación a Punta Catalina en los primeros 100 días de gobierno.
¿Cambió de opinión Abinader?
Ante las declaraciones del martes de Macarrulla sobre la intención del Gobierno de vender al sector privado parte de Punta Catalina se abren la disyuntiva de si Abinader cambió de opinión sobre ese tema o si existe contradicción entre el gobernante y sus funcionarios sobre este tema.
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