El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una caída del 2.79 %, hasta los 51.65 dólares el barril, arrastrado por los rebrotes de coronavirus en China y las medidas para frenarlos, que amenazan la demanda de crudo.
A las 09:05 hora local, los contratos futuros del WTI para entrega en marzo retrocedían 1.48 dólares con respecto al cierre del día anterior.
El repunte de casos de COVID-19 en China, el mayor importador de crudo del mundo, se hacía notar en el mercado petrolero, que aún sigue muy afectado por las limitaciones impuestas en gran parte del mundo para combatir el virus.
“El aumento en los números de infecciones en China es de particular preocupación, no sólo porque China está entre los mayores consumidores de petróleo y es el mercado que más ha ayudado a los precios a recuperarse, sino también porque se aproxima el periodo de vacaciones del Año Nuevo Lunar”, explicó en una nota Louise Dickson, analista de la firma Rystad.
Esa época del año es habitualmente un periodo de gran consumo de combustible en el gigante asiático, algo que en esta ocasión puede frenarse por las medidas de confinamiento, que afectan ya a millones de personas en tres provincias del norte.
En Estados Unidos, mientras, los inversores estaban pendientes de las cifras oficiales de reservas de crudo que se conocerán a lo largo del día, después de que los datos del Instituto Estadounidense del Petróleo (API) mostrasen un inesperado aumento en la última semana.
De confirmarse, ello apuntaría a una nueva ralentización de la demanda causada por la pandemia, cuyo final los mercados ven aún lejos, sobre todo por el ritmo de vacunaciones más lento de lo esperado.
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