El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con un descenso del 2.14 %, hasta 39.36 dólares el barril, en medio de la persistente preocupación por el aumento de casos de COVID-19 en todo el mundo y su impacto sobre la demanda.
A las 09.05 hora local (13.05 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en noviembre perdían 86 centavos respecto a la sesión previa del miércoles, que fue positiva.
El crudo de referencia en Estados Unidos comenzaba a la baja tras registrar una notable subida del 2.4 % en la víspera, motivada por una caída inesperada en las reservas, de 2 millones de barriles, en la semana terminada el 25 de septiembre.
A los inversores les preocupan las nuevas noticias de restricciones a la movilidad en países como España y Francia, que están entre los más afectados por una nueva ola de casos de coronavirus en Europa, por el impacto que todo ello puede tener sobre la demanda .
"Es evidente que el virus no ha sido contenido. Las tasas de infección están subiendo, la cifra global de muertes ha superado el millón y el mundo vuelve a ser un lugar sombrío otra vez", dijo en una nota el analista Tamas Varga, de la firma PVM Oil.
En el plano doméstico, los mercados están pendientes de las negociaciones en el Congreso para lanzar un nuevo paquete de estímulo económico que contrarreste el efecto de la pandemia, lo que podría dar algo de alivio al sector energético.
Por la parte de la oferta, versiones de prensa que apuntan que la OPEP registró un incremento de producción en septiembre debido a unos mayores suministros de Libia e Irán, que están exentos de las limitaciones pactadas entre el cártel y sus aliados.
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