Desde este 1 de julio los restaurantes tienen permitido recibir clientes, tras más de 100 días operando solo con delivery y take out. Cuando este mediodía abran sus instalaciones, deberán ajustarse a una nueva realidad: menos clientes, tomas de temperaturas y uso de mascarillas.
De acuerdo al protocolo que publicó este martes en la noche el Ministerio de Turismo, los clientes deben utilizar mascarilla al entrar al restaurante y no se la podrán quitar hasta que estén sentados. Asimismo, todo el personal debe usarlas obligatoriamente, mientras que la utilización de guantes es opcional.
En la puerta habrá una persona encargada de tomar la temperatura corporal a cada cliente. Si alguno presenta síntomas febriles será directamente reportado al centro de salud.
El documento oficial indica también que los restaurante deben “reducir asientos en 15-30 %” para ganar más espacio y reducir las posibilidades de aglomeraciones de personas. Los grupos que deseen acudir a un restaurante no podrán ser superiores a 10 personas y deberán reservar la mesa con anterioridad.
Está permitida la ocupación en espacios cerrados de restaurantes, pero las mesas y sillas deberán tener una distancia superior a los dos metros. Entre tanto, si cuentan con espacios abiertos, la separación será de metro y medio como mínimo.
En los restaurantes donde no es posible asignar los asientos a cada cliente -como las ferias de comida- los espacios deberán estar señalizados claramente mediante el uso de marcas y letreros que indiquen dónde se puede sentar cada quien.
Los menús deberán ser desechables o digitales y, en caso de que no sea posible, deberán estar plastificados y deberán ser higienizados tras cada contacto de los clientes o el personal.
Las mesas deberán ser montadas delante de los clientes, y los cubiertos y vajillas deben protegerse previamente de la exposición ambiental. El número de camareros que interactúen con los clientes se deberá reducir.
Se le debe conminar a los clientes que paguen en tarjetas, en lugar de dinero en efectivo, para evitar la contaminación a través de los billetes. No obstante, a la hora de pagar con las tarjetas, se deberá cuidar la higiene (en caso de las carpetas de entrega de la cuenta) con desinfecciones periódicas, y la distancia social (en caso de que el cliente deba ir a la caja a pagar) con la instalación de vidrios, plásticos o plexiglás.
El distanciamiento social no será solo para los clientes. De acuerdo al protocolo, el personal tiene prohibido agruparse a conversar y tendrá que mantener al menos un metro de separación entre cada uno.
En las cocinas también se respetará la distancia social. El protocolo emitido para las operaciones de los restaurantes en tiempos de COVID-19 prohíbe el ingreso de clientes al área de las cocinas, pero además, el personal de cocina deberá trabajar a distancia y nunca frente a frente.
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