Siete centrales termoeléctricas a carbón, la mitad de las que todavía operan en España, dejarán de funcionar este martes en línea con la directiva europea sobre emisiones industriales, anunciaron oenegés este lunes.
"Siete centrales de carbón dejarán de operar mañana en España", indicó en un comunicado la plataforma "Un futuro sin carbón", que entre sus miembros incluye a Greenpeace.
Este cese de operaciones ocurrirá un día antes de que el 30 de junio se venza el periodo de transición otorgado a estas centrales para cumplir con la directiva europea sobre las emisiones industriales, explica el texto.
La autorización formal para el cierre de parte del Estado, retrasada por la crisis del coronavirus, debe ser otorgada en los próximos días, según Greenpeace.
Los grupos energéticos a los que pertenecen estas plantas "no hicieron las inversiones necesarias" para mantenerlas en operación, explicó a la AFP Tatiana Nuño de la organización ecologista.
"Las decisiones han respondido a los mercados" ya que a las empresas "no les salían rentables", detalló, señalando que "la mayoría" de las plantas ya casi no producían electricidad desde hace meses por esta razón.
La plataforma de oenegés menciona también el papel que jugaron "las medidas medioambientales" en estos cierres, a su juicio fundamentales para luchar contra el cambio climático.
Las centrales pertenecían a los grupos españoles Naturgy, Iberdrola y Viesgo y al hispano-italiano Endesa (propiedad de Enel). Se ubican en su mayoría en el noroeste de España, en Galicia, Asturias y León, así como en Teruel (noreste) y Córdoba (sur).
Endesa y Naturgy confirmaron a la AFP el cese de operaciones de las centrales mencionadas por Greenpeace.
Las dos plantas de Endesa empleaban a unas 120 personas, sobre todo personal de mantenimiento que está siendo destinado a otros sitios.
"No ha habido despidos y no los habrá", garantizó un portavoz del grupo.
En el caso de Naturgy, que en sus tres centrales tenía un centenar de trabajadores, "se han buscado soluciones acordadas con los empleados, bien mediante salidas pactadas (los de mayor edad), bien con recolocaciones en otras áreas de la compañía", señaló un portavoz.
Iberdrola pidió al gobierno cerrar una central adicional en Asturias, pero Madrid no ha dado todavía su luz verde, al considerar que esa planta puede funcionar respetando los límites fijados por la directiva, según Greenpeace.
Estas ocho centrales representan una capacidad de instalada de 5,16 gigawatts, según la oenegé. Una vez cerradas, "la capacidad (de producción eléctrica a partir) de carbón de España se reducirá a 4,7 gigawatts", agregó.
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