Una reflexión necesaria

La pregunta, yo pensaba, era bastante clara: “Si le tomas prestado RD$100,000 a un prestamista al módico 20% bimensual y solo le pagas el rédito, ¿al cabo de un año cuánto le habrás pagado en intereses?

Para facilitar la interacción, mostré las siguiente cuatro opciones y le aseguré a mis lectores en las redes sociales que la respuesta correcta era una de estas:

1) RD$20,000

2) RD$120,000

3) RD$240,000

4) RD$480,000

Aproveche y tome un minuto para usted mismo elegir la respuesta que es correcta, como lo hicieron 4,300 seguidores que participaron en la encuesta.

Vale decir que el perfil de los usuarios de mis redes sociales, por la naturaleza de los contenidos que publico y la red que utilizo (Twitter), tienen una demográfica económica y educativa superior al dominicano de a pie promedio.

Lamentablemente, 81% de los participantes, unos 3,440 seguidores, se equivocaron en su respuesta al sondeo.

La gran mayoría, el 52%, afirmó que el total de interés a pagarle al usurero durante el año sería de solo RD$120,000 (opción 2). La segunda respuesta equivocada más común, con un 23% del total, fue la de RD$240,000 (opción 3).

¿Cuál era, en definitiva, la respuesta correcta? Veamos.

Si el 20% de RD$100,000 es RD$20,000 y se pagaría ese monto de forma bimensual (o dos veces al mes), entonces el interés mensual sería RD$40,000.

Como queríamos saber el gasto total en un año, y especificamos que no hay abono al capital, el monto habría que multiplicarlo por doce meses, de tal forma que los RD$40,000 mensual equivalen a unos RD$480,000 anualmente.

En otras palabras, a una tasa de interés anual en torno al 480%. Algunos lectores nos preguntaban de que si era posible un costo tan alto, sorprendidos e incrédulos.

Sí, existe el “módico” 20% bimensual (480% anual), e incluso algunos seguidores nos indicaron que conocen de usureros que prestan hasta al 20% semanal, es decir, a la friolera tasa de 1,040% anual.

El ejercicio resultó interesante porque integra por un lado simple aritmética (comprensión de los porcentajes y de una muy elemental regla de tres para extrapolar el costo de bimensual a anual), además de que la pregunta plantea ciertos retos de lectura comprensiva, o por lo menos cuidadosa, y de lo fácil que optamos por la respuesta más “obvia”.

Dejando la matemática básica a un lado, la gran mayoría de quienes respondieron equivocadamente no supieron diferenciar entre bimensual y bimestral.

Bimensual implica que repite dos veces al mes, mientras que bimestral que ocurre cada dos meses. Bimestral es prima de trimestral (ocurre cada tres meses) y cuatrimestral (cada cuatro), mientras que bimensual es hermana de quincenal.

Sobre todo por esta confusión fue que más de la mitad de los concursantes concluyeron que el pago del 20% (o RD$20,000) era cada dos meses, o seis veces al año, para totalizar RD$120,000.

Desconozco el cómo 23% arribó a que el gasto total era de RD$240,000 al año, porque de ser así se estaría aplican el 20% de forma mensual y no bimensual.

Por cierto, invito a los interesados a leer las explicaciones que muchos de nuestros seguidores aportaron para sustentar sus respuestas. El “tuit” con la pregunta encabeza nuestra cuenta @Argentarium.

En estos días el país supo los resultados de la evaluación PISA del desempeño académico dominicano de una muestra nacional de nuestros jóvenes de 15 años.

Como ya todos debemos saber, los resultados fueron sumamente decepcionantes. En el dominio de las matemáticas y las ciencias, República Dominicana marcó de último de casi 80 países que se sometieron a la prueba, mientras que en lectura quedamos de penúltimo.

Fuera de que, como contribuyentes, nos debe llamar a la reflexión el por qué tan lamentables resultados luego de invertir en educación RD$900,000,000,000 en estos últimos seis años, los resultados de PISA 2018, y de nuestra sencilla y para nada representativa encuesta, tienen implicaciones sobre las iniciativas de educación e inclusión financiera que se están ejecutando en el país.

Concretamente, de muy poco sirve el que queramos educar en torno al uso adecuado de la tarjeta de crédito, o el que insistamos en seguir popularizando ese instrumento de crédito, y lo digo solo como un ejemplo, si los usuarios que las utilizan no logran comprender, o dominar aunque sea mínimamente, un concepto tan elemental como la tasa de interés o el costo del dinero plástico.

De forma más amplia, claro que cualquiera aplaude el que estemos queriendo enseñar robótica, programación o hasta mandarín en nuestros centros escolares pero... ¿De qué sirve tanta belleza si solo el 3% de nuestros estudiantes controlan las matemáticas básicas?

El mensaje que queremos compartir es que debemos aspirar a elementos mucho más elementales, como la aritmética y la lectura comprensiva, por ejemplo, para poder dar paso a más complejidad.

Si ni siquiera sabemos caminar, ¿de verdad pensamos correr un maratón?

Piénsenlo.



Share:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular Posts

Archivo del blog

Recent Posts