El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reclamó este jueves medidas para aliviar la deuda soberana de países de ingresos bajos y medios, entre ellos una mayoría de los latinoamericanos, con el fin de evitar que estas cargas lastren la respuesta a la pandemia y la recuperación económica.
El llamamiento, hecho de cara a las próximas reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, se apoya en un informe que señala que 72 de las 120 economías de ingresos bajos y medios del mundo están en una situación 'vulnerable' por la deuda que arrastran.
El documento concluye que, sin medidas adicionales de alivio, la vulnerabilidad en esos países continuará durante años y puede dar pie a una crisis de deuda 'de combustión lenta' alrededor del mundo, según la describió en una conferencia de prensa el economista jefe del PNUD, George Gray Molina.
Ello, según el PNUD, impediría a los Gobiernos llevar a cabo inversiones fundamentales para responder a la covid-19, impulsar una recuperación económica sostenible o combatir el cambio climático.
'Este año, se adeudan cerca de 1,1 billones de dólares en pagos del servicio de deuda. Sólo un 2,5 % de esa cantidad sería suficiente para vacunar a 2.000 millones de personas bajo la iniciativa Covax', puso como ejemplo el administrador del PNUD, Achim Steiner.
Hasta ahora, los países más pobres del mundo se han beneficiado de una moratoria acordada por las potencias del G20 a raíz de la pandemia, pero ese pacto no alcanza a numerosas naciones con problemas de deuda, tanto de ingresos bajos como medios, una categoría en la que figura la mayor parte de Latinoamérica.
El PNUD defiende que esa iniciativa es insuficiente y pide su ampliación, así como otras medidas para facilitar reestructuraciones de la deuda y apoyo en términos de liquidez para los países que lo necesiten.
En ese sentido, el informe da la bienvenida a la posibilidad de que el FMI haga una nueva emisión de derechos especiales de giro, pero subraya que no es una solución sostenible para los países con problemas de solvencia aunque pueda ser un apoyo a corto plazo para pagar a sus acreedores.
Entre los países vulnerables por su deuda el PNUD señala a varios latinoamericanos como Bolivia, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Honduras o Nicaragua, aunque dice que no ve riesgos inminentes de “default” (suspensión de pagos) más allá de los tres países que ya lo han sufrido recientemente: Argentina, Ecuador y Belice.
“Lo que vemos es un lento efecto de acumulación que está bloqueando inversiones para el futuro. Eso es lo que más nos preocupa”, explicó Gray Molina.
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